En nuestro organismo, el agua se reparte entre la sangre, la linfa y los líquidos de la estructura celular.

Dispersa a lo largo, ancho y hondo del planeta, el agua es uno de los elementos vitales para el desarrollo de nuestra existencia. Nuestras funciones corporales exigen gran cantidad de agua como por ejemplo los jugos digestivos (saliva, jugo gástrico, bilis, jugo intestinal).

Nuestro organismo está constantemente ajustando los niveles de líquidos en el cuerpo para mantener el equilibrio metabólico. Cuando, por diferentes motivos el cuerpo no elimina todo el líquido suficiente se produce la retención.

Retención de líquidos

Sus principales síntomas son calambres, debilidad, palpitaciones, hinchazón y malestar general; puede provocar también celulitis y un aumento de peso.

Aunque la retención de líquidos no suele ser un problema grave, presta atención si persiste a lo largo del tiempo independientemente de la menstruación o el embarazo, si aumentas repentinamente de peso o si al presionar sobre la zona hinchada queda la marca en la piel durante un tiempo. En estos casos, con tu seguro médico, haz una consulta.

AGUA CONTAMINADA

Los recursos de agua potable en el planeta pueden agotarse y contaminarse rápidamente. Hoy en día gran parte de la población mundial carece de acceso a agua potable segura.

En los países desarrollados, la mayoría de las ciudades descargan entre el 80% y el 90 % de su desagüe directamente a los ríos, que sin un adecuado saneamiento constituye una alarmante amenaza a la salud pública.

Las aguas contaminadas producen varias enfermedades como el cólera, el tifus y la hepatitis infecciosa, el paludismo o la malaria, la enfermedad del sueño y la fiebre amarilla.

Los principales síntomas de estas enfermedades son: diarreas, deshidratación, vómitos, dolor de estómago, fiebre y dolor de cabeza.

Aplicaciones terapéuticas del agua

Cuando el agua no está contaminada puede ser un recurso terapéutico muy efectivo. La hidroterapia o curación por el agua, es uno de los métodos más antiguos que se conocen con más de 20 siglos de historia.

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En la antigua Roma fueron extremadamente populares las termas para conservar y recuperar la salud, hoy tan extendido en balnearios.

• Ducha de agua fría
• Fricciones con agua fría
• Baños de asiento
• Compresa fría o caliente
• Agua caliente
• Baños de mar
• Baño alternado frío y calor
• Baños de vapor
• Baños a chorro
• Envolturas
• Pediluvios
• Maniluvios
• Enemas
• Limpieza nasal
• Ayunos

Con tu seguro médico privado, puedes beneficiarte de los tratamientos destinados a la conservación y promoción de la salud basados en la balnearioterapia. Actualmente las compañías te ofrece descuentos importantes en una amplia red de balnearios, centros termales y spas urbanos donde puedes realizar masajes corporales, hidroterapia o talasoterapia.

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